Brillar con luz propia en red

por Eugenio Moliní

Tuve el placer de pasar el jueves y viernes pasado en Girona con varios consultores artesanos de #redca. Allí estábamos  Alberto, Anna, Amalio, Asier, Manel, Miquel, Nacho, Jose Miguel, Jose Manuel, Silvia y yo. Eché de menos a algunos de los creadores de la Declaración de Consultoría Artesana que no pudieron venir: María Jesús,  Alfonso y Julen

Un conjunto de personas que funcionamos en red nos hemos configurado durante dos días en comunidad de práctica.  Hemos trabajado juntos aprendiendo de nuestros errores y celebrando los aciertos. Hemos partido de objetivos muy diversos y permitido que la convergencia en los resultados emergiera del trabajo, no del consenso. Hemos contribuido cada uno desde su experiencia y conocimientos sin diluirnos en un fondo común.

Para que esta fantástica experiencia fuera posible hemos tenido que contrarrestar la tendencia por defecto a configuranos en grupo o en jerarquía. El grupo, que en su lado luminoso nos ofrece identidad y pertenencia, en su lado oscuro nos exige homogeneidad y mediocridad. La jerarquía, que en su lado luminos nos ofrece orden y dirección, en su lado oscuro nos exige obediencia y sumisión.

 La única razón por la que las personas construimos grupos y jerarquías en las que dominan el lado oscuro es que estamos enfermos de grupitis y jerarquitis. Así nos han educado: a aceptar la mediocridad a cambio de ser arropados y la sumisión a cambio de seguridad. A lo que no nos han entrenado es a vivir con el vértigo que sentimos ante la autonomía y la responsabilidad absoluta, el «vértigo de la libertad» que escribía Kirkegaard.

La red es la configuración en la que somos plenamente humanos ya que hace posible que encontremos identidad y dirección sin renunciar un ápice a nuestra autonomía. La red es la única configuración en la que es posible brillar con luz propia al mismo tiempo que otros también lo hacen. (Gracias Nelson)