La tarea es Reina – Task is queen
por Eugenio Moliní
Una de las cosas que más llama la atención en España es que la Participación Genuina sea una metodología de trabajo enfocada únicamente en la tarea y no en las personas, ni en las relaciones ni en el clima laboral. También extraña que me permita garantizar que un proceso en Participación Genuina bien llevado y enfocado en la tarea tendrá efectos profundos y positivos en todos estos ámbitos.
Yo no me había encontrado estas reacciones de sorpresa en Suecia, por lo que al principio de trabajar en España me confundían mucho. Algunas hipótesis que se me ocurren al respecto son:
- La cultura española está mucho más enfocada a las relaciones que la del norte de Europa, más enfocada en la tarea y en la que me he formado y crecido profesionalmente. Una explicación en profundidad de esta hipótesis la puedes encontrar en la entrada «diferencias culturales de priorización entre tarea y relaciones»
- Las organizaciones y empresas españolas no suelen contratar, para hacer intervenciones directamente en la línea, a consultores externos que trabajamos con métodos que requieren un alto nivel de participación e involucración de múltiples actores y de compromiso por parte del cliente. Por otra parte demuestran mucho interés por mi trabajo ya me contratan a través de la funciones de staff para que enseñen su oficio a través de formaciones, seminarios, talleres, etc. (Ver al final el comentario que he hecho más tarde sobre la revisión de esta hipótesis que hice tras el comentario de luis.tic616).
Como todas la hipótesis de este tipo, son generalizaciones que no atienden para nada las muchas excepciones, pero que sí describen tendencias generales que hasta ahora nada ni nadie me ha desmentido. Estoy abierto a revisarlas en cuanquier momento en el que la realidad me ponga ante hechos que las desmientan.
Para lo que me sirven estas dos hipótesis es para darme cuenta de que la labor pedagógica y de marketing que tengo que hacer es mucho mayor de lo que me pensaba cuando me vine de Suecia. El interés que despierta mi trabajo en España es enorme, y la cantidad de seminarios, conferencias y talleres que me llegan a través de los departamentos de formación y de RRHH de empresas y organizaciones más que suficiente. Pero aún han sido pocas las ocasiones en las que se me contrata para trabajar interviniendo en la línea y en conexión directa con los resultados del «bottom line»
Por eso me estoy planteando el siguiente desafío estratégico en mi proceso de establecimiento en España: hacer comprender al mercado español que la Participación Genuina es una metodología enfocada en la tarea que añade más valor cuanto más cercanas estén las intervenciones a los objetivos y los procesos centrales de la organización.
Mi experiencia es que si trabajo enfocado en la tarea aumenta exponencialmente el valor que la Participación Genuina añade, tanto en los resultados como en los efectos:
- los resultados tangibles (mejoras en la productividad, ahorro de tiempo, mejores resultados, mejor uso de lo recursos, etc.)
- los efectos intangibles (bienestar, satisfacción, mejora del clima laboral, aprendizaje compartido, etc.)
Sin ser una lista exhaustiva, las tareas para las que la Participación Genuina ha demostrado ser útil son, ordenándolas de las más instrumentales primero hasta las más estratégicas abajo:
- Facilitación de reuniones para resolver problemas puntuales.
- Puesta en marcha de planes de mejora y optimización de recursos.
- Planificación, monitorización y evaluación de proyectos.
- Formación de equipos fluidos de alto rendimiento ante proyectos concretos.
- Formulación de Estrategias Organizacionales
- Procesos de fusión e integración de organizaciones.
- Procesos por los que varias organizaciones o empresas llegan a acuerdos de índole estratégica.
- Cambio en la cultura organizacional para adaptarse a los actuales ecosistemas de operaciones: complejos, cambiantes, transversal, diversos, fragmentados y turbulentos.
Es importante darse cuenta de que escribo todo el tiempo enfoque en la tarea, no en los objetivos. Sobre esta diferencia escribiré mi siguiente post en unos días.
luis.tic616 hace un comentario a esta entrada que me obliga a revisar la segunda hipótesis que planteo arriba. Tras meditarlo me he dado cuenta de que había hecho una generalización que ni yo mismo estaba dispuesto a sostener, por lo que la reformulado añadiendo a la hipótesis las palabras en itálicas«que trabajamos con métodos que requieren un alto nivel de participación e involucración de múltiples actores y de compromiso por parte del cliente. «. Gracias Luis. Formulada así es una hipótesis basada en mi experiencia. Ahora a esperar que mi estrategia de resultado y me obligue a descartarla. 🙂
A mi juicio las empresas españolas no suelen contratar a consultores externos para que intervengan directamente en la línea por considerarlos como ‘intrusos’, siempre es preferible que comenten su experiencia (como dices a traves de formaciones, seminarios, talleres,…) y que sea el propio staff el que luego haga la labor de adaptarlo a su propia realidad empresarial.
Las razones pueden ser variadas, desde el miedo a que el ‘intruso’ se haga más valioso en la cadena de valor, a generar situaciones conflictivas adicionales por posibles atentados a la cultura empresarial… En definitiva se da la espalda a la oportunidad de tener una visión y acción nuevas.
Es una opinión.
Gracias Luis. Parece una muy plausible explicación … aunque en ese caso es terrible: antes el poder que la eficacia y eficiencia 😦
tenemos una labor pedagógica importante que hacer.
Quería dejar un par de comentarios:
1º.- Has vuelto de suecia para instalarte en España???
2º.- Estos comentarios sobre el trabajo en las organizaciones españolas está íntimamente relacionado con lo que se conoce como EFQM de calidad de los servicios (sobre todo en la administración pública).
Sin más, me despido enviándote un cordial y afectuoso saludo.
Fran Balea.
Fran: 1) Hace algo más de dos años que me vine a vivir otra vez a España tras 30 años en Suecia. Allí es donde me formé y donde crecí profesionalmente. Ahora estoy en proceso de establecerme profesionalmente en España. Considerando que me he venido justo cuando la economía empezaba a irse a pique tengo que decir que me está saliendo bien por ahora. 2) Conozco el modelo EFQM y he trabajado en paralelo con consultores que lo usan.. Pero mi conocimiento no es más que el necesario para saber de lo que mis clientes están hablando. No podría hacer una intervención a partir del modelo EFQM sin tener a mi lado a alguien que lo conozca a fondo.
Te saludo también cordialmente 🙂
El tipo de consultoría que yo hago es diferente al tuyo y quizá eso explique que yo, justo al contrario de lo que me ha parecido entender que explicas, donde más «trabajo» es en las tareas y menos (o nada) en las relaciones. Por ejemplo, en 17 años de práctica profesional nunca he dado formación, siempre he trabajado en «la trinchera» con el cliente en su problemática concreta y al nivel que me tocaba por mi experiencia en ese momento.
Por eso no entiendo, o al menos no coincide con mi experiencia lo que dices sobre «Las organizaciones y empresas españolas no suelen contratar a consultores externos para que hagan intervenciones directamente en la línea sino que los contratan a través de la funciones de staff para que enseñen su oficio a través de formaciones, seminarios, talleres, etc.» – yo siempre he trabajado «directamente en la línea»
No coincide, antes cuando trabajaba en la primera consultora de España ni ahora que trabajo en la «mejor» XD … (/Ironic OFF)
Quedo expectante al post de diferencia de tareas con objetivos
NOTA. «Mi» consultoría actúa siempre en la definición de mejoras en los procesos de negocio y acaba normalmente (aunque no siempre) con tecnología implantada por terceros. Mi trabajo siempre-siempre empieza a nivel de comité de dirección, aunque luego inevitablemente (y afortunadamente también) «desciende» al resto de niveles de la organización.
Luis te agradezco mucho que compartas tu experiencia que me hace cuestionar mi segunda hipótesis. No sé si me llevará a descartarla o solamente a revisarla. Por lo pronto estoy ya dándole vueltas a cómo reformularla para que no generalice tanto. En cuanto que se me ocurra una nueva versión de la hipótesis la escribiré en el post. Las hipótesis generalizantes son una de las cosas que hace el no conocer lo bastante un mercado. Me encantaría tener ocasión de hablarlo presencialmente, que es la realidad en la que mejor me muevo y más confortable estoy.
Eugenio gracias a ti por compartir tus reflexiones. Me temo que para poder entrar en un diálogo fructífero que tengo que leer más en tu blog porque no domino determinados conceptos que usas en tus razonamientos. Lo de «consultores externos con raíces en el mundo “psi»” reconozco que me ha dejado confuso.
De todas formas intuyo que, si imaginamos una línea de tiempos ideal de puesta en marcha de un proyecto, tu actividad de consultoría estaría en un momento anterior a la mía.
Sigamos.
Otra vez muchas gracias por el valioso feedback que me das. Si lo que escribo te confunde es señal de que soy oscuro en mi explicación. Por eso cambio una vez más la hipótesis a ver si así queda más clara. Me doy cuenta de que con cada revisión queda mejor y más ajustada a lo que en realidad quiero decir.
Estoy convencido de que tienes razón en que mi actividad consultora viene en las primeras fases de un proyecto y se extiende hasta la planificación. No entro en la ejecución. Aunque hay ya directores de proyectos alumnos míos que utilizan la metodología y actitud de la Participación Genuina para llevar el día a día de su proyecto.
Gracias por un diálogo muy enriquecedor.
Bueno ha sido sólo un tema de vocabulario porque ahora te comprendo perfectamente y tiendo a estar de acuerdo: es paradójico que en un entorno orientado a relaciones como el latino, es difícil , según mi experiencia, encontrar dinámicas de cambio en las organizaciones donde se incentive la participación y colaboración. Hay como una brecha entre los de «arriba» y los de «abajo» (perdón por el exceso verbal pero creo que describe bien la mayoría de organizaciones)
Pero soy optimista: en mis clientes también cada vez más me encuentro que es más fácil convencer a los impulsores desde «arriba» de proyectos que es clave involucrar a todos los actores implicados/afectados/damnificados para que el proyecto tenga más posibilidades de tener éxito.
Y es curioso, porque este tema lo tengo muy presente ahora ya que precisamente estoy ahora en una propuesta de colaboración con un cliente, donde en las sesiones previas para conocer su problemática y necesidades, hemos identificado de forma conjunta y natural que, o hacía «complices» de las decisiones que había que tomar en el futuro proyecto a las estructuras organizativas intermedias o el proyecto directamente no saldría bien. El reto es estructurar, organizar y ejecutar el proyecto con esa premisa
Y por supuesto gracias a ti por iniciar el diálogo
Por cierto, ¿de dónde viene lo de «el mundo psi»? ¿De consultores de formación psicólogos quizá?
Luis: gracias por achacar el malentendido a un tema de vocabulario. Yo creo que la razón era que yo no tenía la la hipótesis clara desde el principio y caía en generalizaciones absurdas. Con tu ayuda he podido afinar hasta algo que puedo sostener.
Me alegra tu optimismo, que coincide con el mío, sobre el aumento en el mercado de la conciencia de que es necesario invitar a la participación a los actores implicados/interesados/afectados/damnificados en por lo menos las fases iniciales y finales de todo proyecto, así como en la monitorización (pero no necesariamente en las de ejecución – aunque también se podría – pero esta es otra discusión). Probablemente el enorme interés que mi trabajo despierta sea síntoma de la creciente conciencia. También creo que por ahora el interés está en el estadio «cuéntame más». Tengo (¿tenemos?) una gran labor pedagógica y de marketing por delante.
El término profesionales «psi» incluye a los psicólogos, pero también a otras profesiones aledañas como los psicoterapeutas.