Desafíos de un consultor metido a profesor

por Eugenio Moliní

Estoy en Murcia impartiendo un taller sobre cómo formar equipos multi (multi-disciplinares, multi-culturales, multi-lo-que-sea). Este taller forma parte de la serie de talleres que imparto bajo el nombre de Desarrollo de Competencias Multi. Llevo muchas años trabajando en organizaciones y empresas ayudándoles en esta labor, pero hace muy poco que dí el paso a ofrecer talleres para enseñar lo que he aprendido. Me resulta un gran desafío enseñar esto. El desafío es en realidad tres:

  1. Es muy distinto enseñarlo que hacerlo. Para poder enseñar lo que sé hacer tengo que tener una estructura de conceptos mucho más coherente de la que hasta ahora me ha hecho falta. Los clientes que requieren mis servicios de consultor por lo general no tienen interés en entender desde un punto de vista conceptual lo que está pasando. Normalmente les basta con que mis intervenciones les lleven en la dirección apuntada y tengan los resultados deseados. Me queda bastante que hacer para formularme conceptualmente y desarrollar la pedagogía.
  2. Para aprender algo realmente nuevo hay primero que des-aprender. No he encontrado otra forma de enseñar cómo se forman este tipo de equipos que poner a los alumnos en situaciones que les obliguen a des-aprender muchas de las cosas que saben. Y los requerimientos de des-aprendizaje siempre despiertan resistencias importantes. Estas resistencias son más manejables en una organización motivada por la necesidad de dar el paso a crear estos equipos para conseguir sus objetivos. Pero en las situaciones de laboratorio que son los talleres, la motivación para dejar la comfortabilidad de lo conocido es menor ya que la necesidad no es tan acuciante a la hora de la verdad.
  3. No me gusta forzar las resistencias de las personas. En la situación pedagógica soy yo el que ejerce una fuerza por el cambio en los alumnos, lo que implica que sus resitencias se dirigen hacia lo nuevo que yo estoy introduciendo. En la situación de consultor no, ya que mi labor es ayudar al cliente a llegar a la solución óptima que permita el diálogo entre las fuerzas por el cambio y las fuerzas por la continuidad que ya existen en su organización.

Me da la impresión de que estoy ante un paso en mi desarrollo profesional: de consultor a profesor. Interesante será ver cómo voy desarrollando formas de manejar éstos desafíos. Quede claro que soy todavía un profesor reticente.