Desafíos de un consultor metido a profesor
por Eugenio Moliní
Estoy en Murcia impartiendo un taller sobre cómo formar equipos multi (multi-disciplinares, multi-culturales, multi-lo-que-sea). Este taller forma parte de la serie de talleres que imparto bajo el nombre de Desarrollo de Competencias Multi. Llevo muchas años trabajando en organizaciones y empresas ayudándoles en esta labor, pero hace muy poco que dí el paso a ofrecer talleres para enseñar lo que he aprendido. Me resulta un gran desafío enseñar esto. El desafío es en realidad tres:
- Es muy distinto enseñarlo que hacerlo. Para poder enseñar lo que sé hacer tengo que tener una estructura de conceptos mucho más coherente de la que hasta ahora me ha hecho falta. Los clientes que requieren mis servicios de consultor por lo general no tienen interés en entender desde un punto de vista conceptual lo que está pasando. Normalmente les basta con que mis intervenciones les lleven en la dirección apuntada y tengan los resultados deseados. Me queda bastante que hacer para formularme conceptualmente y desarrollar la pedagogía.
- Para aprender algo realmente nuevo hay primero que des-aprender. No he encontrado otra forma de enseñar cómo se forman este tipo de equipos que poner a los alumnos en situaciones que les obliguen a des-aprender muchas de las cosas que saben. Y los requerimientos de des-aprendizaje siempre despiertan resistencias importantes. Estas resistencias son más manejables en una organización motivada por la necesidad de dar el paso a crear estos equipos para conseguir sus objetivos. Pero en las situaciones de laboratorio que son los talleres, la motivación para dejar la comfortabilidad de lo conocido es menor ya que la necesidad no es tan acuciante a la hora de la verdad.
- No me gusta forzar las resistencias de las personas. En la situación pedagógica soy yo el que ejerce una fuerza por el cambio en los alumnos, lo que implica que sus resitencias se dirigen hacia lo nuevo que yo estoy introduciendo. En la situación de consultor no, ya que mi labor es ayudar al cliente a llegar a la solución óptima que permita el diálogo entre las fuerzas por el cambio y las fuerzas por la continuidad que ya existen en su organización.
Me da la impresión de que estoy ante un paso en mi desarrollo profesional: de consultor a profesor. Interesante será ver cómo voy desarrollando formas de manejar éstos desafíos. Quede claro que soy todavía un profesor reticente.
[…] la decisión de nunca enseñar y dedicarme sólamente a la consultoría. En marzo, en la entrada “Desafíos de un consultor metido a profesor”, escribí sobre algunos de los desafíos ante los que me encuentro en este proceso que comencé […]
[…] Además, que caramba, servidora es consultora y no profesora, por mucho que esté de acuerdo con las ideas de Eugenio Molini cuando escribe sobre los Desafíos de un consultor metido a profesor. […]
Un consultor es por esencia un formador, no?
Creo que el aprendizaje por pruebas es de lejos la mejor forma de enseñar, sobre todo en el mundo empresarial. Y si creo que es bueno de poner a la gente fuera de su zona de confort. Solo así pueden superar las barreras mentales que se han fijado
Franck: Perdona la tardanza en contestarte, pero esty muy liado con proyectos y clientes y sin iempo de atender el blog como me gustaría.
Te responderé por partes.
Yo diferencio bastante entre mi rol como consultor y mi rol como formador/profesor. La diferencia más importante es que como profesor estoy yo añadiencdo algo que falta en el cliente (sea individuo u organización) y como consultor estoy ayudando al cliente a llegar a donde quiere(n) con los recursos que ya existen en su sistema. Soy consciente de que muchos consultores no hacen esta distinción, pero para mí es útil ya que me pone en lugares distintos y con actitudes distintas. Esta distinción no es digital sino analógica. Hay un continuo entre los dos roles, y la mayoría de los encargos que recibo requieren de mí las dos actitudes y roles.
Aún así me resulta útil diferenciar y basar mis contratos, entre otras muchas cosas, en esta diferencias.
En lo que atañe a la forma de enseñar: no sé exactamente lo que quieres decir con enseñanza por pruebas. Estaría de acuerdo si lo que dices es lo mismo que yo denomino «aprendizaje en la acción» que está basado en el pricipio que «la experiencia vienen antes que la conciencia» o dicho de otra forma «la vivencia viene antes que el conocimiento». Si no es lo mismo, tendríamos que hablar para ver si pensamos igual.
El tercer punto: estoy totalmente de acuerdo en que la mejor forma de aprender es saliendo de la propia zona de confort. No estoy de acuerdo en que la mejor forma de enseñar sea siempre esa. Poner a las personas fuera de su zona de comfort sin el permiso de hacerlo es una transgresión. Y esto es uno de los dilemas ante los que me encuentro a menudo en mi rol de profesor: ¿Como conseguir ese permiso explícito cuando los alumnos no han elegido voluntariamente serlo como es el caso en la mayoría de las formaciones in-house?
Atentamente. Por cierto interesante blog el tuyo …